LLAMADA DE SANGRE
“Llamada de sangre”, de Óscar Lamela Méndez, es uno de esos
libros que empiezas a leer teniendo una idea y cuando lo terminas, piensas:
«Pero ¿qué acabo de leer?». ¿A qué género pertenece? Aún sigo intentando
encajarlo en alguna parte. ¿Combina acción? Sí. ¿Podría ser un thriller?
Absolutamente. ¿Habla de historia y de arte? También. ¿Hay horror? A dosis
necesarias. Menudo cóctel, ¿verdad?
La historia comienza con un evento que desentierra una
tragedia familiar manifestándose en sueños inquietantes y mensajes que parecen
venir de otro mundo. Pedro, un estudiante de químicas, se convierte en el protagonista
de esta trama que no sólo concentra los misterios de su presente, sino también
los restos de un pasado que no ha terminado de enterrarse.
Y sí, esta es una historia única en muchos sentidos, pero
para mí, lo mejor del libro son sus personajes y el modo en que evolucionan,
algunos tomando rumbos inimaginables. Pedro es un protagonista muy emocional, a
veces peca de impulsivo, pero su bondad es innegable. Sin embargo, si hay un
personaje al que es imposible no querer es Pablo, el amigo genial que todos
querríamos tener. Me encanta lo que hace Óscar con él en la historia. Lo usa,
no sólo como individuo adorable, sino como soporte fundamental para Pedro. Eso
consigue que tú también formes parte de esa amistad, que te conviertas en una
entidad más de la trama y camines junto a los personajes como en una suerte de
viaje astral donde sólo puedes ver, oír y callar —y créeme, en algunas
situaciones te gustaría poder advertirles de muchas cosas—.
En cuanto a los antagonistas, que los hay y pérfidos como
demonios, no vas a encontrarte al típico villano que hace maldades porque sí.
En realidad, aquí cada papel tiene una motivación, y son «los malos» quienes aportan
profundidad —aunque inquietante— a la novela.
Este es el tercer libro que leo de Óscar, y he de decir que
ha sido el que más me ha gustado, no porque los anteriores tuvieran menor
calidad, sino porque en este los giros te dejan tiritando. Por más que intentes
anticiparte al final, es imposible que logres predecir cómo acaba la historia. Ese
efecto sorpresa es, sin duda, una de las mayores bazas del libro.
Además, Óscar introduce guiños que cualquier amante del
género sabrá apreciar. Desde referencias a clásicos como “El silencio de los
corderos”, de Thomas Harris, hasta una atmósfera que traslada lo mejor del
suspense contemporáneo, “Llamada de sangre” bien podría servir de homenaje a obras
del thriller archiconocidas, sin dejar de tener su propia personalidad.
Otro aspecto que me gustó es la ambientación. Aparte de
contar con estupendas descripciones, se nota que Óscar controla de historia y arte,
y eso es algo que una friki de mi categoría agradece enormemente al leer.
En cuanto al estilo, es bastante cercano. El lenguaje fluido
hace que la lectura sea rápida, pero también hay fragmentos en los que conviene
ir a velocidad crucero, deleitándonos con cada frase, advirtiendo los detalles,
porque Óscar no da puntada sin hilo, y no deja nada al azar. Con la literatura
de este chico hay que estar atento.
Quiero aprovechar esta reseña para agradecer a Óscar por
hacerme llegar un ejemplar de su obra. Ha sido un placer descubrir su
creatividad y sumergirme en una novela tan bien construida. Si te gusta el
thriller, el suspense y las historias que te mantienen con la intriga hasta el
final, te recomiendo encarecidamente “Llamada de sangre”.
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