EL FULGOR

 

Empecé la lectura de El Fulgor sin saber muy bien qué me encontraría —la mayoría de las veces me enfrento a las lecturas sin siquiera haberme leído la sinopsis— y terminé dejándome abrazar por una historia que fusiona misterio, romance, drama y fantasía.

La novela empieza con un incendio terrible durante el baile de primavera en la mansión del ducado. De entrada, suena a una tragedia clásica, pero nada que se le parezca. El incendio es el resultado de una maraña de intrigas que han estado gestándose durante mucho tiempo, y como Magaly sabe lo que hace, consigue desde el principio que te cuestiones mil cosas, entre ellas, cómo se originó el fuego o quién está detrás de todo esto.

Aquí los gobernantes tienen poder absoluto, y toda la trama gira en torno al ducado, donde las luchas por el control, los secretos de familia y las tensiones entre clases son el motor de la historia. Como a estas alturas ya creo que conoces mis gustos literarios, lo que más me ha gustado es el elemento sobrenatural que maneja. Una extraña enfermedad cambia a las personas de formas inquietantes, como alterando el color de sus ojos, por ejemplo. No es un asunto menor, no es un ingrediente que se añada sin motivo. Así que ya lo sabes, Magaly sirve grandes cantidades de misterio en una buena bandeja de letras que tendrás que descubrir por ti mismo.

Hay un equilibrio genial entre cotidianidad y fantasía. Pensé que iba a toparme con algo más clásico; incluso creí que habría algún toque de terror, pero me encontré con una historia de fantasía oscura llena de misterio y algunos tintes románticos que no decepcionan.

Lo mejor de todo es que Magaly no se anda con rodeos: aborda temas universales como el trauma, las relaciones humanas y el deseo de integración sin caer en moralismos ni juicios.

En cuanto a la narrativa, no vas a encontrarte una escritura recargada ni pretenciosa, pero tampoco simplista. Es justo lo que necesitas para conectar con lo que está contándote sin añadir distracciones superfluas.

El Fulgor, lectura adictiva que cumple con todo lo que promete. Magaly, enhorabuena por esta obra tan sólida y emocionante.