LA CASA DEL RUSO
“La Casa del Ruso”, de Carlos Naza, ha sido una grata
sorpresa —aunque haya tardado tantísimo en escribir esta reseña—. Es una novela
que empieza despacio, se cuece a fuego lento, como se suele decir. No es al
azar; Carlos quiere que el lector conozca a los personajes y respire la
atmósfera de la historia, que empieza sobre aguas serenas, pero acaba con un
tsunami memorable.
La trama sigue a Peter Svensson, un joven universitario que
está en su mejor momento. Está a punto de terminar sus estudios, ha conocido a
alguien que lo tiene completamente enamorado, y su futuro va bien encaminado.
Parece que lo tiene todo para ser feliz, ¿verdad?
Pero las cosas dan un giro importante cuando en Strandport,
el pueblo donde vive, ocurre algo que sorprende a todo el mundo: dos nichos en
el cementerio han sido profanados. Un hecho muy fuera de lo común en una
localidad en la que habitualmente no sucede nada. Lo más impactante es que las
sospechas recaen sobre Peter.
Y aquí es donde todo toma un rumbo inesperado.
No puedo contarte mucho más, pero como sé que te gustan los
crímenes, te diré que en este libro hay uno, y todo parece apuntar a que Peter
tiene la clave para resolverlo. La gran pregunta es: ¿qué sabe él que nadie más
entiende?
La trama es muy sólida. Cada pista está bien estudiada, y a
medida que avanza la novela, te das cuenta de que no se ha dejado nada al azar.
No hay huecos argumentales ni explicaciones forzadas. Todo encaja de una manera
tan inteligente que da gusto ver cómo las piezas se van uniendo. Es una novela
que no subestima al lector, y eso se agradece.
En cuanto a los personajes, me quedo con el villano de la
historia —no diré nombres, para que lo descubras por ti mismo—. Es un personaje
cruel e inteligente, y eso lo vuelve fascinante, al menos para quienes amamos
la literatura con trazas de terror. Carlos hace un trabajo fabuloso al retratar
la mente de este sujeto, define a la perfección su capacidad para manipular a
todos cuantos se concentren a su alrededor. En la vida real no querríamos
toparnos con alguien así, pero en un libro das hasta palmaditas cuando aparece.
En cuanto al ritmo, es cierto que hay algunos fragmentos que
pueden parecer algo densos, pero nunca llegan a ralentizar la historia de
manera negativa. Más bien son momentos que permiten una pausa necesaria antes
de que la trama vuelva a acelerar.
Si te gustan las novelas policiacas con un toque emocional,
esta es una lectura que no deberías dejar pasar.
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