UN MUNDO DE RELATOS

 

Cada jueves, puntuales como un reloj, los amigos de Ladrones de libros ponen en marcha las fantásticas dinámicas de relatos que tanto me gustan y que actúan como un aceite revitalizante para las tuercas oxidadas del cerebro. En este grupo he tenido la suerte de conocer a grandísimas personas, y una de ellas es Leire Agirrezabal, muchacha especial a quien he tomado un cariño inmenso en muy poco tiempo.

Y es que hay gente con la capacidad de tenderte la mano cuando ni tú mismo crees en ti, así que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quería dar las gracias a Leire por ser tan generosa conmigo y con tantos autores a los que me consta que ayuda cada día.

Si esto ya te parece digno de admirar, espera a saber que, además, Leire escribe de maravilla. En “Un mundo de relatos” lo demuestra sobradamente.

Primero, quiero destacar la edición: las imágenes que incluye son cálidas y cargadas de mensaje, acertadas para acompañar a unos relatos llenos de sensibilidad, belleza e historias humanas, evocando emociones y añadiendo profundidad a las palabras. El estilo es sencillo, pero no simplista; utiliza un lenguaje que llega al alma como una flecha, directo al corazón.

Esta antología se puede leer de un tirón, pero te sugiero que no lo hagas de una vez. Para apreciar completamente su valor, es mejor leerla despacio, saboreando cada historia y permitiendo que las ideas se asienten. De esta manera, disfrutarás y valorarás plenamente el trabajo.

Hay un gran cuidado en estas páginas, y esto se debe a que Leire, la autora, es meticulosa y detallista. Espero que se anime a publicar más libros, porque tiene un talento notable para escribir y estoy convencida de que tiene muchas más historias que contar. ¡Gracias, Leire, por estos relatos tan hermosos!