Hace unos días, el guapérrimo J. Mendoza decidió obsequiar a sus lectores con un relato y me pareció una oportunidad perfecta para descubrir su arte. “La vida que nunca tuve” es una lectura breve pero intensa, y nos presenta la vida de Izarbe, una mujer que intenta reconstruirse tras la muerte de su marido, y para ello toma la decisión de adoptar a Bruno, un niño sin identidad conocida, a quien espera llenar de amor y propósito. Sin embargo, la tranquilidad que busca Izarbe se ve interrumpida cuando un cadáver aparece en un jardín cercano, situación que la conduce a cuestionar la delgada línea entre la cordura y el delirio. La historia mantiene el equilibrio perfecto entre emoción, misterio y esas notitas de terror que tanto me gustan. Y uno de sus puntos fuertes es el ritmo. Aquí no hay espacio para el aburrimiento; en cada página, la atmósfera logra mantenerte en constante tensión. Además, las escenas oscuras son especialmente llamativas, muy fáciles de visualizar. Hay una ri...
Desde la más dulce infancia, recibimos una descripción muy específica acerca de las brujas: señora malcarada, con sombrero picudo, atuendo de negro riguroso y verruga en la nariz. Probablemente el cine y la literatura tengan culpa de esta imagen estereotipada, o puede que su construcción sociocultural sea mucho más profunda y compleja. A lo largo de la historia, las brujas han sido vistas como símbolos de poder y rebeldía; también como objetos de miedo y represión. En el artículo anterior ya hablamos de cuán crueles fueron los destinos de muchas mujeres que rompían con los estándares de su tiempo. Por si no lo has leído, aquí te lo dejo: "Arde, bruja" En el ámbito literario, obras como "Macbeth" y "La tempestad", ambas de Shakespeare, han contribuido a la representación de las brujas como figuras malignas que traen desgracia. Estas narraciones se han perpetuado a lo largo de los siglos, dando lugar a una imagen distorsionada de la brujería que asoci...
Desde tiempos inmemoriales, las brujas han sido parte del folclore de muchas culturas alrededor del mundo. En la Edad Media, el temor a ellas alcanzó su punto culminante con la caza de brujas en Europa. Se creía que estas mujeres (y a veces hombres, aunque en menor medida) poseían poderes sobrenaturales otorgados por pactos con demonios, a quienes ofrecían bebés como tributos a cambio de favores como combatir el paso del tiempo o tener la capacidad de volar y transmutarse en cualquier criatura. Leyendas hay muchas, lo que sí está claro es que se cometieron juicios y ejecuciones por brujería que, aparte de ser una mancha terrible en la historia de la humanidad, alimentaron el mito más allá de lo que por entonces se podría haber imaginado. Pero ¿acaso hoy, siglos después de tanta barbarie, sabemos qué es exactamente una bruja? El origen del término es un todo un enigma. Algunos investigadores sostienen que deriva del celta, mientras que otros lo rastrean hasta el latín. Etimo...
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