La única certeza
manantial de plazos que oscurece
cualquier arma de esperanza.
Es el tiempo quien sujeta una guadaña.
Es ocaso y sol que resplandece;
es agosto y remembranza.
Tiene el tiempo una quimera,
surtidor de besos y palabras
que se agotan como arena.
Y esa angustia desespera,
pues, al llegar el alba…
¡Qué ácida condena!
Luz y sombra de elegía,
puede que un romance en verso,
la tonada lujuriosa del lamento,
fe y penumbra en herejía
contrariando al Universo;
¡cuán injusto es el paso del tiempo!
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