LA PROFECÍA DE LOS ELFOS

 

La fantasía ha sido siempre un elemento crucial en el arte. Nos permite vivir aventuras increíbles sin necesidad de levantarnos del sofá. Pero más allá de lo literario, este género nos permite escapar de una realidad a veces demasiado cruda y monótona. Una dosis de magia, por pequeña que sea, es capaz de sanar las heridas del día a día.

“La Profecía de los Elfos”, novela escrita por la maravillosa María Ponce, ha conseguido adentrarme en una de esas experiencias bonitas y llenas de encanto. Y es que María no es sólo una escritora genial, sino una persona llena de bondad y talento que ha sabido plasmar en su libro una historia de las que dejan huella.

El título ya nos avanza que vamos a encontrar algo jugoso. La trama nos sumerge en un mundo donde una profecía lo ha cambiado todo: el equilibrio se ha roto y la especie humana se ve obligada a mantenerse en la sombra. La protagonista, Dalia, es una joven tenaz —y un poco cabezota—, que acaba viviendo una experiencia épica junto al príncipe Einar, personaje que pertenece a la comunidad de los elfos. Juntos, acabarán desentrañando el misterio que rodea a una antigua profecía, mientras descubren mentiras, secretos, traiciones, y quizá… un poco de amor.

Los personajes principales, Dalia y Einar, representan dos mundos distintos, dos razas en conflicto. Dalia es valiente y se aleja del arquetipo de mujer en apuros; Einar es el elfo que ha aceptado ser la oveja negra, la nota discordante en una sociedad que parece perfecta, pero que en realidad oculta muchas cosas.

No podemos olvidarnos del resto de personajes: Gina, Jen, Alex, Jasper y Vigo, hermano de Einar, que, a mi juicio, carga con una parte muy importante de la historia. Debo reconocer que siento fascinación por este perfil, que me ha parecido rico y muy bien diseccionado. Quienes conocen mis gustos literarios ya estarán haciéndose una idea de por qué.  

La narrativa de María es fresca y ágil, con capítulos cortos y una escritura impecable que convierten la lectura en un acto adictivo. Emplea una fórmula directa, centrada en la acción, no se detiene en detalles innecesarios, cosa que en lo personal encuentro muy acertado, ya que en géneros como la fantasía se tiende a describir en exceso y, dependiendo del estilo, es algo que puede desviar la atención de lo verdaderamente importante.

Los temas que aborda la novela van desde la superación y la necesidad de ser mejores, hasta el amor y la maldad, siendo la confianza el eje central. La relación que se gesta entre Einar y Dalia es una oda a la lealtad y los valores humanos, que se han convertido en una utopía en el mundo contemporáneo. Pero vamos a dejar la filosofía para otro momento.

“La Profecía de los Elfos” es toda una invitación a soñar, a creer en la magia y a permitirnos vivir cosas extraordinarias. Justo acabo de leerlo y siento que he vivido una de esas aventuras vibrantes, de las que generan dependencia y te llevan a esbozar una sonrisa de satisfacción.

Quiero dar las gracias a María por haber creado esta obra tan sensacional. Confieso que ya cuenta con un sitio de honor en mi estantería. Invito a todos los amantes de la fantasía y de las grandes historias a sumergirse en este mundo mágico y dejarse llevar por “La Profecía de los Elfos”.