Veneno de Escorpión
Descubrí a Leandro Pinto en 2020
gracias a su libro “Alguna clase de monstruo”, una obra que recomiendo
ampliamente por diversas y sólidas razones. Desde que comencé a leerlo,
experimenté una conexión maravillosa con su estilo narrativo y la creación de
cada ambiente. Quedé fascinada de inmediato: devoré el libro en tan sólo dos
tardes, y porque tenía que hacer cosas como trabajar, comer y dormir. Leandro
se ha convertido, sin lugar a duda, en uno de mis mejores descubrimientos literarios
de los últimos años. Por eso, le he dedicado un estante exclusivo en mi
biblioteca personal, algo que, créeme, no sucede a menudo. Puedo afirmar con
certeza que este autor es la personificación de la genialidad en estado puro.
"Pandemonio",
"Vânator", "Remanso de paz", "El vástago del mal"…
son todas obras excepcionales e inquietantes, con un léxico envidiable y tramas
que atrapan por completo. La sensación de seguir sumergido en sus historias
persiste mucho tiempo después de haberlas terminado.
Hace algunas semanas conseguí
hacerme con un ejemplar de “Veneno de escorpión”, que no es una de sus novelas
más recientes —justo acaba de presentar su último trabajo “Recámaras vacías”—, pero
vino a confirmar algo que ya sabía: que Leandro es un maestro de las letras.
Los que conocen su escritura
saben que es rica y firme, tan elegante y talentosa que resulta imposible
resistirse: una vez te alcanza su hechizo, ya no hay marcha atrás. En
"Veneno de escorpión", Leandro juega con la timidez de un personaje
cuya intensa historia personal te atrapa de manera sutil. Antes de que te des
cuenta, te encuentras completamente inmerso en la dinámica que lo rodea, hasta
el punto de sentir que formas parte de la historia.
¿Qué nos cuenta Leandro en esta
novela? Nos presenta a Javier, un joven que relata, a través de una especie de
diario, cómo un suceso de la infancia trastocó su vida por completo. Cuando
apenas contaba con nueve años, fue testigo del asesinato de sus padres. Le
encontraron en estado catatónico junto a los cuerpos del matrimonio, sobre los
que correteaba la macabra firma dejada por el autor del crimen: tres pequeños
escorpiones de picadura mortal. Desde entonces, aparenta llevar las riendas de
su vida, pero todo es en vano, puesto que sabe que su eterno perseguidor, el
Señor Muerte, le acecha a la espera de que llegue el momento adecuado para
acabar con él y zanjar lo que en su momento dejó a medias.
El ritmo de la novela es una
delicia; en un momento te encuentras flotando en un océano apacible de
personajes serenos, y al siguiente te ves sumergido en una intensa tormenta
emocional, furiosa y maravillosamente inquietante. La violencia es uno de los
elementos que Leandro maneja magistralmente en sus obras, y en "Veneno de
escorpión" se manifiesta en diferentes niveles, todos presentados de
manera exquisita y con un enfoque inteligente. El tema de la novela es tan genial
que, a medida que se avanza en la lectura, resulta imposible no estremecerse
ante el desarrollo de los acontecimientos. Leandro juega astutamente con tus
sentidos, calculando meticulosamente lo que necesitas conocer sobre la trama, y
lo distribuye en dosis precisas y bien medidas. Es casi como si él mismo fuera
ese escorpión que inyecta el veneno adictivo presente en sus obras.
Una de las características más
destacadas de “Veneno de escorpión”, además de su excepcional calidad narrativa
y la originalidad del argumento, es la evolución profunda y convincente del
personaje principal. El protagonista resulta sumamente magnético, no sólo
debido al pasado que lucha por superar, sino también por su singular modo de
expresarse, los pensamientos que lo acosan y las carencias que moldean su
actitud frente al mundo. Simplemente, un personaje brillante y cautivador.
Podría dar innumerables razones
para leer a este extraordinario autor, pero creo que lo más apropiado sería
invitarte a descubrir su obra por ti mismo. Anímate a explorar el universo
literario de Leandro Pinto; te aseguro que merece la pena.
Oscuridad e inquietud
garantizadas. ¡Canelita en rama!
Muchas gracias por este comentario, tan halagüeño hacia una de mis obras más personales y por la que guardo un cariño muy especial. Creo que has captado la esencia de Javier Schultz, y has sabido transmitírsela a los lectores de este blog. ¡Eternas gracias!
ResponderEliminarHa sido un auténtico placer. Tus novelas son fabulosas, y creo que las cosas buenas se tienen que compartir. Estoy deseando leer el resto de tu obra. Un abrazo grande, guapérrimo.
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