A sangre fría
Leí en alguna parte que Truman
Capote era genio y figura, un sujeto cuya personalidad e ingenio lo volvían
magnético y profundamente interesante. Y estoy de acuerdo. Basta con leer su
biografía para darse cuenta de que Truman Sterckfus Persons —así se llamaba
realmente— no se trataba de un individuo cualquiera. Brillante, creativo y con
una memoria única —al parecer, era capaz de retener el noventa por ciento de
una conversación, y lo mismo sucedía al leer cualquier texto—, Capote creó,
gracias al libro del que voy a hablarte hoy, un género literario nuevo: la
novela documental.
En los circuitos literarios y
periodísticos siempre fue considerado un autor influyente. También se ganó fama
de polémico gracias a su crítica mordaz respecto a la doble moral
norteamericana. Algunas de sus obras más conocidas son "Desayuno con
diamantes" o "El arpa de hierba"; sin embargo, y como ya te
imaginarás, el libro que marcó su trayectoria fue "A sangre fría", un
trabajo que conmocionó a la sociedad de su tiempo al abordar un crimen perpetrado
en la vida real.
Sorprende que estuviera
dispuesto a involucrarse en un asunto tan siniestro, pues se trataba de un
hombre bastante supersticioso. Entre sus grandes manías destacaba la aversión
al número trece y nunca empezar ni terminar una lectura en viernes. De haber
sabido cómo se desarrollarían los acontecimientos, quizá se hubiera replanteado
escribir esta novela.
Truman se topa con la noticia de
un crimen perverso en el periódico: "dos hombres armados entran en una
casa con el objetivo de robar y terminan matando a toda una familia". El
caso le fascina y perturba a partes iguales, así que decide poner manos a la
obra y se desplaza a Kansas, lugar donde ocurren los hechos, para llevar a cabo
una
investigación casi detectivesca, entrevistándose con familiares de las
víctimas, vecinos del pueblo y, por supuesto, con los asesinos.
Todo apuntaba a que esta sería
su obra magna, que despertaría un enorme interés mediático, que elevaría la
trayectoria de un autor de estilo impecable. Y así sucedió, sólo que Truman no
contaba con que la historia acabaría devorándolo por completo y cambiando su
vida para siempre.
Entre Capote y uno de los
asesinos, Perry, se establece cierto vínculo afectivo. El escritor encuentra
algunas similitudes entre ambos, como el origen humilde y una infancia marcada
por una mala relación con la figura materna. En realidad, Truman siempre creyó
que, de no haber tenido suerte y salidas profesionales, habría acabado
abrazando una existencia marginal y llena de errores lamentables, como le había
sucedido a Perry. Y en la novela esto se evidencia a través de una descripción
favorable de cara a este personaje. Perry es presentado como un sujeto
sensible, amante de la literatura, un poco dependiente, con cierto aire
atractivo y, sobre todo, envuelto en una fina capa de inocencia. A medida que
la historia se va aproximando al final, se percibe un tono más sombrío a su
alrededor, quizá motivado por el estado emocional que vivía Truman al momento
de escribirlo, o tal vez porque ya había descubierto la verdadera identidad del
hombre al que visitaba con frecuencia a la cárcel y al que, sin pretenderlo, le
había tomado cierto cariño.
La novela fue todo un éxito. Con
ella, Capote transformó la literatura y abrió las puertas a un nuevo género,
pero lo que tendría que haber sido un logro profesional y personal supuso un
trastorno para su creador, hasta el punto de que nunca más volvió a terminar otro
libro. Falleció a los 59 años en la década de los ochenta por complicaciones
hepáticas derivadas de su adicción al alcohol.
No cabe duda, "A sangre
fría" es una obra maestra del periodismo literario que sigue siendo
relevante hoy en día, más de medio siglo después de su publicación. Truman
Capote nos presentó una crónica detallada del asesinato, la investigación y el
posterior juicio, y con ello planteó multitud de reflexiones, no sólo acerca
del sistema penitenciario de su país, sino sobre las relaciones humanas, la
influencia familiar, los efectos de la pobreza, los límites de la justicia y la
moralidad…
Es, desde luego, una obra
impactante, y el modo en que Capote aborda el tema del crimen y la violencia
genera emociones muy variadas en el lector. En lugar de simplemente presentar
los hechos de manera objetiva, utiliza técnicas narrativas que te permiten penetrar
en la mente de los personajes involucrados, a veces incluso creerás estar
invadiendo sus pensamientos íntimos. De esta manera, Truman te lleva a analizar,
desde una perspectiva más compleja, las motivaciones detrás del crimen y las
emociones que lo rodearon.
“A sangre fría” me hizo vivir
una experiencia de inseguridad, del miedo ante las tácticas de los depredadores,
y al mismo tiempo me llevó a comprender que éstos no aparecen de la nada, sino
que se van gestando a fuego lento entre las grietas más oscuras del sistema,
donde no existen ni el amor ni la disciplina. A medida que Truman profundiza en
el lado ácido de la historia, esa terrible realidad social que ignoramos, a
veces con fines terapéuticos, a veces como mecanismo de supervivencia, va
adquiriendo un peso insoportable, una gravedad que dota de pesadumbre a nuestra
percepción del mundo.
No es de extrañar que Capote
llegara a una fase oscura de su vida durante los seis años que tardó en
escribir esta novela. Contemplar de cerca el escenario de un crimen tan atroz,
y luego pasar largas jornadas escuchando a un sujeto capaz de matar amparándose
en la necesidad, el miedo y otras cuestiones que igualmente no justificaban su
forma de proceder, debió de alterar la paz del escritor. Se puede ser muy
aséptico en muchas cosas, pero no escribiendo un libro como “A sangre fría”.
En resumen, trabajo de enorme
relevancia en el mundo de las letras que transformará tu manera de entender la
narrativa periodística y su poder para captar la esencia humana en toda su
complejidad. "A sangre fría" te hará explorar los oscuros rincones de
la mente criminal y llegarás a conclusiones muy duras respecto a las causas y efectos
de la violencia en la sociedad moderna. Esta obra es un testimonio de la
capacidad del periodismo literario para retratar la verdad y la humanidad
detrás de las noticias, y una muestra del genio creativo de Truman Capote. Si
aún no has leído "A sangre fría", te recomiendo que lo hagas sin
dudarlo. Su impacto en la literatura contemporánea es innegable, y estoy segura
de que no te dejará indiferente.
PD. Por si te lo estás
preguntando, la cantidad sustraída durante la noche de la tragedia fue de cuarenta
dólares.
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