Luciérnaga viva


Baila, luciérnaga de compromiso laxo, baila ahora que la noche celebra su fiesta.

Besa, luciérnaga, y que tu beso, ajeno al movimiento del mundo, se desnude al aire, entre risas de rutilantes esferas.

Ama, luciérnaga, aunque la cordura penda de un hilo, aunque hiele al alba, cuando el horizonte se exhiba abrazado por la luz.

Muere, luciérnaga ingenua, ahora que el residuo de vagar en la sombra se ha vuelto insoportable.

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