Volver

 


Trae la bahía abrazo de sal y atardecer.
Danza de la marea, salvaje y platina,
susurra tu palabra de piel cristalina
rebeliones de arte que no pueden ser.
Y al amparo de la tarde, cual revolución marina,
surgen gigantes de quiebro y de sed,
sendas de aire que remueven la fe,
barcos que florecen bajo aguas prohibidas.
Así es el misterio que guarda esta red:
la que muele el alma con tediosa rutina,
la que torna en milagro esta ruina perdida,
beso de mar que promete volver.

Comentarios

Entradas populares de este blog

REFUGIO PARA MONSTRUOS

LO QUE QUEDÓ DE NOSOTRAS

EL LABERINTO DE LA ARAÑA